Si hace poco hablaba sobre la solución para un menor consumo, consumir concentrados y extracciones de cannabis, al tener mayor potencial nos bastará con una pequeña dosis para lograr el efecto deseado.
En esta ocasión vamos a dar una serie de puntos sobre la vaporización, no olvides que esta va de la mano con lo que ha extracciones se refiere, resulta todo un desperdicio quemar una muestra de BHO o fumarla en un porro, la mejor forma, la vaporización. Si sigues con la mosca detrás de la oreja te explicaremos 5 beneficios claves para que vaporices de aquí en adelante.
Más saludable.
Este punto creo que queda claro, cuando vaporizamos lo que inhalamos no es humo producido por una combustión, estamos inhalando vapor. Los vaporizadores elevan la temperatura hasta que se evaporen los cannabinoides, por lo que la experiencia será mucho más limpia y pura.
Fácil de ocultar y disimular
Al expulsar vapor el olor es casi imperceptible, no se parece mucho al olor de la marihuana quemada, todo lo contrario tiene un aroma más exótico. Suele ser difícil darse cuenta y el poco olor a marihuana que deja desaparece en pocos minutos, por lo que si vives con alguien a quien le afectan mucho los olores, la vaporización será la clave. Además que actualmente existen vaporizadores muy discretos, que imitan la forma de los cigarrillos electrónicos.
En una ocasión paseaba por el parque con mi vaporizador, cuando un guardia civil se me acerco y me dijo que estaba pensando en comprarse un cigarrillo electrónico como el mio.
Mejor efecto, mejor asimilación, menos consumo.
Al inhalar el vapor logramos una absorción del 95% (y puedes retenerlo más tiempo en los pulmones, casi no resulta molesto) en comparación con fumarlo donde el nivel de absorción ronda el 70-85% (y los pulmones se resienten mucho más).
Por lo que si vaporizamos 1g de cannabis lo asimilaremos mucho mejor vaporizado que fumado, tendremos un efecto superior con una cantidad que a lo mejor antes nos resultaba poco para llegar al nivel deseado.
Sin cenizas y sin mecheros todo el mundo feliz.
Este podría ser otro sub-beneficio del segundo punto, pues “sin cuerpo no hay crimen”.
Dosis más controladas.
Lo bueno de la vaporización es que en todo momento llevamos un seguimiento de la cantidad de marihuana que consumimos, en un porro de 1-2g sabemos que estamos fumando esos 2g pero quizás lo dejamos a la mitad o parte del humo no es consumido, pero si ponemos en el vaporizador 2g y activamos directamente sabremos que estamos consumiendo 2g de una o varias caladas, desde un punto de vista medicinal es mucho mejor, sobretodo para pacientes que no están familiarizados con el cannabis.
¿Y tú ya vaporizas?
"De la piel para dentro empieza mi exclusiva jurisdicción. Elijo yo aquello que puede o no cruzar esa frontera. Soy un estado soberano, y las lindes de mi piel me resultan mucho más sagradas que los confines políticos de cualquier país".