Del mismo modo que existen diferentes cócteles de bebidas alcohólicas, con sus respectivos nombres, sabores y efectos, con el cannabis pasa exactamente igual.
La jardala como se suele conocer por Andalucía y algunas zonas de España, es uno de los mejores tipos de hachís comercial producido por marruecos. También se le suele llamar hardala, jurdala o jardula.
Normalmente suele tener este tipo de características: un color negro brillante o amarillo, con una textura pegajosa y moldeable; similar a la de un chicle, olor intenso a hierba con toques de afgani. Puede llegar a una textura más aceitosa, en más de una ocasión me la he fumado en el bubbler sin problema, como si fuera aceite.
Nuestro amigo Drogoteca afirma que su elaboración es con una sola variedad de hachís, Afgani o Mexican Crystal. No se mezclan plantas para elaborar hachís en Marruecos, no para calidades buenas. Otros dicen que la hardala se preparaba con la combinación tres tipos de polen diferentes, una afgani, una marroquí (kiff) y alguna genética holandesa (normalmente skunk).

"De la piel para dentro empieza mi exclusiva jurisdicción. Elijo yo aquello que puede o no cruzar esa frontera. Soy un estado soberano, y las lindes de mi piel me resultan mucho más sagradas que los confines políticos de cualquier país".
