Un smart shop es un establecimiento de venta al por menor que se especializa en la distribución de sustancias y productos con efectos psicoactivos, como los suplementos energéticos de cafeína, kits de hongos alucinógenos, trufas, hierbas, estimulantes sexuales, plantas de poder, “euforizantes legales” (legal highs, colocones legales), además de parafernalia para el consumo; bongs, pipas, snuffers, ropa, cosméticos naturales…
Estos establecimientos son legales en muchos lugares del mundo, pero es en los Países Bajos donde abundan. No tienen porqué ser establecimientos físicos, lo más habitual es que se trate de páginas webs que usan sistemas de dropshipping, es decir que es una distribuidora la que se encarga de hacer los pedidos y envíos a los usuarios, la página web es un simple intermediario. Es un sistema muy cómodo porque permite tener una gama de productos muy amplia sin necesidad de tenerlos en stock. Por supuesto, para poder acceder a una de estas tiendas, física o virtualmente, debes ser mayor de edad, en muchos casos con verificación en la entrada.
Existen Smart shops muy serios y respetables que lo único que buscan es ayudar y asesorar al usuario, pero como pasa como con todo, también existen otros negocios que son eso, negocios y les importan un pimiento los usos que les des a las sustancias que adquieras.
“Estos productos, que tienen una función lúdico-recreativa, no están exentos de problemas y algunos incluso se encuentran al límite de la legalidad porque pueden considerarse medicamentos ya que son capaces de provocar interacciones en personas hipertensas que se medican o que están en tratamiento antidepresivo.” Ramón Borrás, Colegio de Farmacéuticos de Barcelona. 2001
¿Tienes alguna experiencia relacionada con un smartshop? ¿Crees que hace falta mayor regulación?
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