Si hace algunas semanas analizábamos el vaporizador tipo pen 94F de la marca Yocan, en esta ocasión probamos el EXgo II, un dispositivo destinado al consumo de concentrados y extracciones.
Debemos tener presente que con este tipo de vaporizadores tipo pen, no vaporizamos, será necesario hacer uso de un filtro de cerámica o vidrio para que la sustancia no haga contacto directo con la resistencia y de esa forma vaporicemos. Estos filtros tienen un precio de unos 5-6 euros.
A diferencia del 94F el EXgo II, se presenta en un kit con todo lo necesario para funcionar. En la caja nos encontramos con: dos resistencias para concentrados, el cabezal del vaporizador, la batería, un mini dabber y el cargador.
La resistencia es totalmente desmontable y realmente no requiere una limpieza después del uso ya que ella misma suele limpiarse a medida que lo usemos.
Un dato interesante es que la resistencia dispone de una tapa para lograr un humo más concentrado y evitar que se mueva el concentrado, por ejemplo con otros vaporizadores tipo pen, al fumar hachís suele pasar que al inhalar la piedra de hachís se mueve y en ocasiones se queda pegado en la tapa, es algo muy fastidioso, aquí evitamos ese problema. Además evitamos perder el concentrado en caso de que nos desplacemos.
Las dos resistencias incluidas en el kit son iguales, con diseño doble para una mejor experiencia.
Por supuesto un detalle característico de Yocan es la cámara de vidrio pyrex. En este caso sí que tiene utilidad, es muy resistente y fácilmente desmontable para limpiarlo.
Tiene un tamaño aproximado de unos 15.5 cm de alto y un peso de unos 92 g. Bastante razonable y con mejores medidas que el 94F que en algunas ocasiones podía resultar algo aparatoso.
El cuerpo está fabricado en acero de bastante buena calidad. Aunque la resistencia, por la parte externa, tiene como una ligera capa de pintura gris que empieza como a pelarse.
Cada calada con la batería al 100% suele durar 13 segundos aproximadamente, es importante no usarlo muy seguido porque podríamos dañar la resistencia.
La vida útil de la resistencia puede llegar a ser de unos 3-4 meses dependiendo del uso y de la calidad de los concentrados, es decir si consumimos extracciones con residuos está claro que este quedará en la resistencia.
Al usarlo se origina un bonito hilo de humo gracias a la tapa de la resistencia, si no inhalamos el humo quedará en la cámara de vidrio.
El cabezal puede usarse en cualquier batería de 510 hilos, aunque si no tiene el soporte inferior puede quedar algo raro.
En definitiva es un dispositivo muy recomendable si buscamos un vaporizador portátil elegante y discreto para concentrados. El kit completo ronda los 50 euros (más 7 euros del filtro de vidrio para vaporizar realmente) y solo el cabezal sin la batería y cargador suele rondar los 20 euros.
"De la piel para dentro empieza mi exclusiva jurisdicción. Elijo yo aquello que puede o no cruzar esa frontera. Soy un estado soberano, y las lindes de mi piel me resultan mucho más sagradas que los confines políticos de cualquier país".